martes, 28 de abril de 2009

Precariedad laboral en Venezuela y sus incidencia en las políticas de la V república


Las causas de la pobreza no son únicamente socioculturales. También influyen otras variables de naturaleza económica (producción y distribución de la riqueza), político-institucionales (eficiencia del estado en los servicios públicos, seguridad, protección social, educación, derechos civiles, entre otros), socio demográficas (estructura familiar, edad), y geográficas (ubicación, ventajas de la naturaleza y otras).

Estas variables son de carácter circular y lo que es una consecuencia social termina siendo una causa que impide la superación de la pobreza. No es fácil jerarquizar las causas de la pobreza pero en Venezuela, la principal causa tiene que ver con la dinámica económica y el marco institucional que ha impedido revertir esta condición. Los niveles de pobreza se han incrementado vertiginosamente durante losúltimos 25 años; en 1978 el 25% de los hogares eran pobres, mientras que para el año 2001 eran el 60%, los niveles de pobreza crítica se incrementaron del 10% a más del 30%. A partir de 1989 hasta hoy, se han generado incrementos importantes en este sentido, correspondientes a los ciclos recesivos de la economía, acompañadas de las devaluaciones de la moneda y los impactos del ingreso petrolero (INE, 2005a). La devaluación utilizada como ajuste fiscal, para expandir el gasto público cuando retroceden los precios petroleros, ha sido un mecanismo que empobrece a toda la sociedad y especialmente a los que menos pueden proteger sus ingresos (trabajadores informales). Como se mencionó, un buen número de países en desarrollo, han alcanzado altas tasas de crecimiento pero el nivel de vida de su población no ha mejorado.

Para Singer (1980) esto se debe a que estos países funcionan bajo un dualismo económico, donde el desempleo es la causa de las inmejorables condiciones de vida y las estrategias de los países no amplían la distribución del beneficio económico. En las economías en desarrollo, las sociedades están conformadas de tal manera que para la mayoría de la población la oportunidad de ganarse la vida no es un privilegio dada la escasa remuneración recibida, están subempleados o remunerados por debajo del límite (salario mínimo legal). Es el "pobre que trabaja" y nada permite suponer que su suerte sea mejor (el pobre que está al margen de la actividad económica).

Para Ugalde y otros (2004) el aumento de la pobreza en Venezuela esta íntimamente ligado con las condiciones del mercado laboral, pues la escasa demanda de empleos productivos (formales) ha hecho que entre 1990 y el año 2000 de cada 100 personas que ingresaban al mercado laboral sólo 12 hallaban trabajo en la economía formal, y el resto quedaba desempleado o subempleado en actividades de subsistencia propias del sector informal venezolano. En el país existe ausencia de crecimiento económico sostenido y una baja generación de empleos formales, pues según las cifras oficiales la fuerza productiva venezolana se encuentra en niveles de baja productividad (16,2% está desempleada y 43,1% en el sector informal, subempleada), situación que tiende a empeorarse debido al incremento de la oferta de trabajo. Venezuela lleva 25 años tratando de desarrollarse, por el contrario, a partir de 1979 se ha venido deteriorando circular y repetitivamente el ingreso familiar, pasando a una profunda crisis social, en que se presentan deficiencias alimentarias y de necesidades básicas, conduciendo a la deserción escolar e incrementando el mercado laboral informal como forma de supervivencia, y con mínimas posibilidades de ingresar al sector formal dado el escaso nivel educativo y las actitudes productivas adquiridas por la socialización en el sector informal.

Fuga de talentos

En Venezuela, desde hace varios años se ha venido presentado el fenómeno de la inmigración de la mano de obra calificada. En Argentina y en otros países Latinos, la fuga de cerebros a finales de la década los años 80 ya era ampliamente conocida, pero en Venezuela recién aparece a principios de los años 90, durante el proceso de ajuste económico en jóvenes profesionales, formados en la universidades venezolanas (financiadas con ingresos petroleros), los cuales fueron a nutrir los mercados de países desarrollados como EEUU y países de la Comunidad Económica Europea (Sequera, 1992). En el año 2000 existían oficialmente 91.000 venezolanos residenciados en EEUU, y para finales de ese mismo año podrían haber alcanzado los 200.000; a esta cantidad debe sumarse la cantidad de venezolanos descendientes de una buena cantidad considerable de inmigrantes que llegaron a Venezuela en busca de progreso y de una mejor patria (italianos, españoles, y portugueses) durante la década de los años 50, y ahora sus descendientes buscan refugio en la tierra de sus padres y abuelos. De acuerdo a Garbi (1991), se enfrenta el problema más complejo y dramático, pues es alarmante la gran masa de venezolanos que viaja a Norteamérica y se naturaliza, en mayores cantidades que cualquier ciudadano latino. El problema no es la fuga o la salida de personas, sino el aprovechamiento del talento que el país prepara, más aún en situación de escasez y costosa provisión de recursos humanos calificados, pues la pérdida de un profesional es de un costo incalculable para un centro de investigación o en la gerencia de una organización.

Muchas veces se ha tratado de explicar el fenómeno de la emigración como una falla del mercado laboral interno, pues según las investigaciones realizadas por Garbi (1991), es precisamente la certidumbre en torno a las expectativas tanto de la organización como de sus miembros y las oportunidades que el mercado y la economía les ofrecen a los profesionales. Según los testimonios de la investigación realizada, se ponen de manifiesto frases como "saber a que atenerse" o "sentirse en un medio con cierto nivel de certidumbre", y el trato de acuerdo a sus méritos "reconocidos por lo que valen" y no por pertenecer a determinados grupos políticos, entre otros. Según Cabrera (2005), se trata entonces de un reflejo del nivel educativo que insiste que se respete la meritocracia en la sociedad (éxito económico según las actitudes individuales). Monterrante y Malvé (2004) resumen algunas causas de la emigración de talentos: ausencia de oportunidades de empleo (ascensos, remuneraciones dignas, y desarrollo personal), inseguridad personal e incertidumbre política; los venezolanos en el exterior buscan algo más que oportunidades económicas, puesto que, por lo general, se trata de venezolanos jóvenes de ambos sexos (entre 25 y 35 años) que sienten que la crisis económica y política hace difícil su vida cotidiana.

El problema también podría tener otra causa que se relaciona con una ineficiencia del mercado laboral, por no poder absorber la masa de personas calificadas. Es decir, no se trata de que el sector productivo sea pequeño, o poco desarrollado sino que es incapaz de absorber dicha masa laboral porque no lo necesita en tanta cantidad y en la calificación ofertada, lo cual hace que el fenómeno se presente como un problema de sobre educación como estrategia personal del trabajador, empujado por el enfoque del credencionalismo y de la señalización

(Cabrera, 2005). Lo anterior es corroborado por investigadores del Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA) Boza y Eduardo (2003) en un análisis realizado en Venezuela en el que se indica que alrededor de los relatos de desempleados, siempre se llega al tema de la educación como estrategia personal para combatir el desempleo; para la mayoría de los entrevistados lo más importante es el estudio, tanto en jóvenes como en adultos para incrementar su poder de competencia en los mercado laborales.

Igualmente, de acuerdo con Enright, Frances y Scott (1994), para inicios de la década de los años 90, precisamente la época cuando se produce el primer éxodo, la industria venezolana tiene gran escasez de personal técnico calificado, capaces de dar mantenimiento, mantener operando a las máquinas y dominar la tecnología adquirida de otros países. La mayoría de operadores de maquinaria en Venezuela tienen un nivel de educación precario, sólo han cursado el nivel básico o menos de 6 años de educación formal, en consecuencia, tienen problemas para leer los manuales de instrucción. Por otro lado, las secretarias incurren con exagerada frecuencia en errores ortográficos; en el sector turístico (Mila, 1999), los empleados no son bilingües; y aquellos trabajadores en niveles operativos con ciertas habilidades numéricas, son casi una elite. Por el contrario, muchos profesionales universitarios no encuentran una ocupación acorde con sus calificaciones pues rebasan las necesidades del cargo (nivel técnico); por esta razón, los profesionales más especializados que han egresado de carreras de las ciencias básicas, ingeniería o los mejores estudiantes de física y matemáticas, se encuentran trabajando como docentes en las universidades. Este es un personal con una alta preparación pero muy mal remunerado en los mismos centros de investigación universitarios, pero la empresa privada no tiene la capacidad o la necesidad para absorberlos.

Según Monteferrante y Malvé (2004), la salida de venezolanos al exterior es un tema que merece ser estudiado a fondo, puesto que tal vez hoy las organizaciones venezolanas no puedan pagar o brindar la estabilidad y el desarrollo deseado por estos profesionales, pero dentro de pocos años podrían tener la necesidad de buscar personal calificado. Se trata entonces de mejorar las condiciones en que se van ha desarrollar sus carreras, lo cual significa pensar en sus necesidades y hacerlas

Coincidir con los objetivos y posibilidades de las organizaciones, poniendo énfasis en lograr una mejor vinculación entre las personas y las organizaciones existentes. Poco se hará si el tema se agota sólo al considerar los aspectos como la inseguridad personal, servicios públicos y otros. Otra alternativa es aumentar la comunicación con los estudiantes en el extranjero, y tratar de cerrar la brecha entre los niveles de vida de los profesionales en el extranjero y los venezolanos, e identificar las áreas prioritarias de estudio según las habilidades específicas requeridas para el desarrollo nacional, e incentivar y orientar a los estudiantes para que las adquiera



No hay comentarios:

Publicar un comentario