miércoles, 22 de abril de 2009

El Movimiento Sindical ante la Nuevas Formas de Organizacion del Trabajo



En el 2007, la Confederación Sindical Internacional (CSI) emitió una declaración pública de apoyo al Día Mundial de Acción del Foro Social Mundial, prevista para el 26 de enero de 2008. Se trata de un avance para un movimiento que data del siglo XX, o aun del XIX. En 1995, las organizaciones predecesoras de la CSI se habían manifestado indignadas por su exclusión de la plataforma gubernamental en la Cumbre Social de las Naciones Unidas. Esto significó su marginación entre ONG a las que consideraban autodesignadas, sin representatividad y sin deber de rendir cuentas ante sus miembros. Hoy en día, la Confederación parece considerarse parte de la sociedad civil mundial y del movimiento mundial por la solidaridad y la justicia. Además, en su declaración, alienta a los sindicatos a formular sus propias ideas para sus jornadas de movilización el día 26.

Aunque la CSI y sus predecesoras la CIOSL y la CMT (respectivamente, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres y la Confederación Mundial del Trabajo, que se fusionaron a fines de 2006) se han hecho presentes en eventos del FSM, tanto a escala mundial como regional y local, no han logrado una convocatoria demasiado importante. Los sindicatos internacionales en general realizan sus propios mini eventos previos, u organizan sus propias tiendas o áreas dentro del Foro general. Sin embargo, esto no les ha impedido a esos sindicatos ni a algunas de sus filiales incorporarse al Consejo Internacional del FSM o a sus subcomités. Este año, parece que su plan es tener un papel de apoyo y no de representación general.

La CSI y los sindicatos y ONG internacionales relacionados no se han destacado por su relacionamiento con otros grupos presentes en el FSM. En el Foro de Nairobi, en 2007, promovieron el “trabajo decente” como si fuese la única respuesta a los múltiples problemas laborales del mundo. La filial de la CSI en Kenia trató incluso de condicionar la asistencia de los sindicatos a la adopción de esa consigna en el Foro.

Alternativas sindicales son aún marginales

Una búsqueda en el sitio oficial del FSM realizada 15 días antes del Día de Acción Global demuestra que las iniciativas y las cuestiones sindicales son todavía marginales. Las palabras clave aparecen por aquí y por allá, pero la única actividad específica del movimiento sindical se encuentra en la pequeña ciudad de Vermont, Estados Unidos, y se llama “Hacia la construcción de un movimiento por la justicia laboral” (http://www.wsf2008.net/eng/node/2081). El evento propuesto se describe como “una gran reunión para que trabajadores, estudiantes, educadores y proveedores de atención de la salud construyan un movimiento por los derechos de los trabajadores, salarios dignos, justicia económica, atención médica de calidad para todos y solidaridad mundial”.

Cabe esperar para el día 26 otros talleres o actividades independientes de grupos de defensa de los trabajadores. Y también que los sindicatos tradicionales, nacionales e internacionales, respondan al llamado de la CSI. Si lo hacen, quizá puedan superar la ambigüedad de su campaña por el trabajo decente.

¿Viejas o nuevas “alianzas sociales”?

El problema con la campaña del trabajo decente es que no fue en realidad una iniciativa sindical sino de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y específicamente de su director, Juan Somavía, el hombre responsable por la fatal (o crucial) conferencia de 1995. La campaña busca el regreso a una utopía fracasada: el estado de bienestar capitalista de Europa occidental en la segunda mitad del siglo XX. Con la globalización, claro, esto implica una “alianza social” entre el trabajo, el capital y los gobiernos u organizaciones intergubernamentales. Tanto en forma como en contenido, el trabajo decente revela la continua dependencia del sindicalismo internacional con respecto a poderes superiores benignos. Tal dependencia choca en cierto modo con el espíritu del FSM, orientado a la creación de autonomía desde abajo.

La presencia o ausencia de sindicatos en el Día Global de Acción merece ser analizada. El sindicalismo pasa actualmente por su peor crisis histórica, pero a la vez cuenta con mayor innovación y variedad de la que ha tenido en muchas décadas, posiblemente en un siglo. Por lo tanto, dentro de las Américas (¡que incluyen a Vermont!), el proceso de unificación sindical internacional ha sido acompañado de una considerable discusión y al menos de una nueva iniciativa, la Plataforma Laboral para las Américas (http://www.gpn.org/research/orit2005/index.html). Esta plataforma, aunque mantiene la tradición gradualista, parece ir más allá que la campaña por el trabajo decente, y exhorta a: fortalecer la democracia y alcanzar el pleno respeto por los derechos humanos; ampliar los canales de participación ciudadana en la toma nacional e internacional de decisiones; alcanzar la justicia social; integrar la perspectiva de género en todas las políticas; eliminar toda forma de discriminación por motivo de raza, etnia, religión u orientación sexual; establecer el pleno empleo como base para el desarrollo sostenible; asegurar que ningún hombre, mujer ni niño sea excluido de la sociedad, y reconstruir la capacidad de los gobiernos de tomar medidas proactivas.

En un reciente artículo sobre “estrategias de organización sindical de la nueva ola” (http://uin.org.uk/content/blogsection/10/125/), Anthony Ince identifica las siguientes tácticas: nuevas formas de organización sindical, sindicalismo de red (por ejemplo el sindicalismo social y comunitario y el sindicalismo radical) y nueva organización de trabajadores (centros de trabajadores, redes de solidaridad y “ciber sindicalismo”). Esto nos ofrece una idea de la variedad del sindicalismo contemporáneo, aunque no necesariamente esta variedad estará representada en el Día de Acción Global. Y aunque el movimiento sindical crece en el Sur Global y hay en el poder varios gobiernos “amigos del sindicalismo”, especialmente en América Latina, no se nota una voz unida del sindicalismo del Sur en organismos sindicales internacionales ni en el propio FSM.

Nuevas voces de los trabajadores, en línea

La voz de la mayoría de los trabajadores, no sindicalizados, lentamente comienza a hacerse oír en el FSM. Y no solo a través de seguidores del Foro de la primera hora como Vía Campesina, la organización de trabajadores rurales, o StreetNet, la red de vendedoras callejeras. Es a través de iniciativas amigas de los sindicatos pero autónomas, algunas de ellas inspiradas por las prácticas del FSM y el movimiento global por la justicia.

Estas nuevas fuerzas tienden a integrarse en red y a funcionar a través de Internet. Se hicieron oír (aunque en forma marginal y tentativa) en el FSM de 2006, en Nairobi. Y pueden hacerse oír nuevamente el próximo 26 de enero. Pero es más probable que aparezcan en el Foro Social Europeo que se celebrará en Malmo, Suecia, el próximo septiembre (ver http://www.esf2008.org/en/proposal/) o incluso en el propio FSM, en Belén, Brasil, en enero de 2009. También están presentes en nuevos sitios Web y listas electrónicas, como Labour and Globalisation (http://openesf.net/projects/labour-and-globalisation/lists), Global Labour Strategies (http://laborstrategies.blogs.com/ global_labor_strategies/about_us/index.html), y la red ya mencionada Union Ideas Network /http://uin.org.uk/component/ option,com_frontpage/Itemid,1/).

Hacia una carta de emancipación y un espacio en el FSM

Aunque se están desarrollando nuevas estrategias, nuevos movimientos (muchas veces con nuevos tipos de trabajo) y aun nuevos espacios para un moderno tipo de lucha internacional de los trabajadores, el movimiento sindical todavía no tiene gran repercusión ni fuerza dentro del FSM, como sería necesario tanto para los trabajadores como para el propio Foro. El punto de comparación aquí es, obviamente, la posición de las mujeres y del feminismo dentro del FSM. El sindicalismo podría tomar ejemplo de dos iniciativas de mujeres, como los Diálogos Feministas (http://feministdialogues.isiswomen.org/) y la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad (http://www.worldmarchofwomen.org/qui_nous_sommes/charte/ en). La primera representa un diálogo sobre ideas y estrategias; la segunda, una campaña pública. Ambas están inspiradas por el FSM y comprometidas críticamente con él. No sé cómo ni dónde las mujeres se harán presentes en el Día Global de Acción, pero seguramente estarán más presentes que los sindicatos. Es hora de que el trabajo organizado recupere terreno.





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